10 octubre 2013

Embarazo y acupuntura

La dificultad de las parejas para concebir es un problema mucho más frecuente de lo que parece. El ritmo de vida actual, acelerado y cargado de estrés, el retraso en la edad de maternidad, el empeoramiento de la calidad del semen, la ansiedad y la frustración que genera la no consecución de objetivos, contribuyen a esta situación.


Existen muchos trabajos de investigación publicados en diferentes revistas médicas de prestigio internacional, sobre todo en los últimos años, que tratan sobre el papel de la acupuntura en la fertilidad y subrayan su utilidad como terapia complementaria para aumentar las tasas de embarazo en los tratamientos de reproducción asistida.
Tanto es así, que numerosas clínicas de fertilidad en todo el mundo ofrecen ya, a las parejas que se someten a técnicas de reproducción asistida, tratamientos complementarios de acupuntura como elemento importante dentro del procedimiento.
El empleo de acupuntura en problemas ginecológicos está muy extendido, sobre todo en los trastornos derivados de la menopausia y en la patología ovárica: síndrome de ovario poliquístico, ciclos anovulatorios, hiperprolactinemia, quistes, miomas, endometriosis, desequilibrios en la estimulación folicular, insuficiente producción natural de progesterona, etc.

En los casos de parejas que eligen, en primer lugar, la opción menos invasiva, la acupuntura les proporciona un método natural de bajo coste y sin efectos secundarios para tratar la infertilidad. Si no se consigue el embarazo y se opta por técnicas de reproducción asistida, la acupuntura también puede ayudar durante la fertilización “in vitro” (F.I.V.), inseminación artificial y los ciclos de la terapia hormonal. Numerosos estudios y la experiencia de gran cantidad de médicos coinciden en que aumenta la tasa de éxito de estos procedimientos y alivia los incómodos efectos secundarios.
Sus acciones se producen a varios niveles:
·       Contribuye a equilibrar el ciclo hormonal de la mujer y regular la ovulación.

·       Mejora la calidad de los óvulos actuando en el proceso de crecimiento y maduración de los folículos en desarrollo, favoreciendo su nutrición y aumentando su irrigación sanguínea. En los procesos de fecundación “in vitro” puede aumentar el número de folículos que se desarrollan.

·        Optimiza la calidad del moco cervical, que ayuda a nutrir al esperma y guiarlo hacia el óvulo.

·       Mejora la elasticidad y las secreciones de las trompas de Falopio, lo que facilita la fecundación y el paso del óvulo fecundado hacia el útero y reduce el riesgo de embarazos ectópicos.

·       Relaja el útero, lo que aumenta su vascularización y disminuye las contracciones uterinas, creando un ambiente propicio para albergar al embrión y disminuyendo el índice de abortos.

·       Promueve el desarrollo adecuado del endometrio para que se produzca una buena implantación del embrión.

·       Trata el estrés emocional y la ansiedad tan frecuentes en parejas infértiles lo que, sin duda, contribuye a obtener mejores resultados terapéuticos.

·       Aumenta la calidad, motilidad y el número de espermatozoides, lo que implica mayor probabilidad de fecundación y embarazo.


Este tipo de técnicas complementarias junto con un estilo de vida saludable, buena alimentación, ejercicio, no consumo de drogas ni otras sustancias tóxicas, descanso y tranquilidad contribuirán a conseguir el resultado feliz y esperado.

También es posible utilizarlas durante el embarazo para promover el bienestar materno y fetal, pero de eso hablaremos otro día.

¡Hasta la semana que viene!
@raqv2401
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