27 marzo 2014

TUTORIAL: Look smokey eyes en negro y marrón

¡Hola, a todo el mundo! ¿Qué tal? J

Hoy volvemos a los tutoriales con un look en ahumado (o smokey eyes) que es todo un clásico. Yo diría que es el clásico entre los clásicos dentro de los ahumados.

Se trata de un smokey en tonos negro y marrón.

Ya sabéis que se pueden hacer ahumados en prácticamente todas las tonalidades (que sean oscuras e intensas): azul marino, gris, verde oscuro, morado, granate, cobre… Pero el negro es el más clásico y uno de los más elegantes. 

Este maquillaje de ojos es como un vestido negro, un clásico atemporal que nunca falla. Acierto seguro.

Siempre que:

a)   Esté bien realizado.
b)   Se tenga muy claro en qué ocasiones lucirlo, ya que no es apto para looks de diario y mucho menos para la jornada laboral, pues se trata de un maquillaje de ojos muy muy marcado, incluso un pelín gótico.

Es un look de noche y además, de fiesta. Y cuando digo fiesta me refiero a salir de fiesta o a bailar, no a ir de boda. En este caso, si sois muy fans de los ahumados, es mejor optar por uno que lleve tonos más suaves y coloridos.

No me hagáis como Alaska, por favor, que se pone el ahumado en negro hasta para ir a comprar el pan. De hecho, no lleva otro maquillaje, si os fijáis. Pero bueno, ella es ella, y los ojos en ahumado negrísimo, su seña de identidad.

Dicho lo cual, hay que decir que este look es en teoría muy fácil, pero no tanto en la práctica.

Todos los ahumados consisten, básicamente, en un tono muy claro para iluminar, uno muy oscuro (que es el que domina el look) y da intensidad, y uno o varios intermedios que funcionan como tonos de transición.

Claro, no podemos juntar un negro o un gris oscuro directamente con un beige. Hacen falta tonos intermedios para que el corte no resulte abrupto.

Bueno, ése es el abc de un smokey eyes, no tiene más. Ahora bien, lo complicado es realizarlo y que quede bonito, bien acabado y difuminado. No un borrón desastroso en cada ojo.

Y ahí ya depende por un lado de la calidad del material que utilicéis (tanto sombras como pinceles, estos últimos imprescindibles, olvidaos de hacer un buen a humado con la yema del dedo), y por otro, de la maña que se dé cada una a la hora de aplicar las sombras y difuminarlas.

Ya sabéis: el difuminado es la clave de un buen ahumado. Un smokey eyes bien ejecutado debe quedar como una nebulosa homogénea de color. Una gradación de tonos armoniosa, sin cortes.

Otro problema añadido es que los ahumados suelen tiznar bastante, por eso hay que ser habilidosa. Yo recomiendo maquillar antes que nada los ojos, y luego ya, el rostro.

Bueno, en este caso, debo decir que no quedé muy satisfecha con el resultado, y a la vista está en las fotos. La razón es que llevo varios con una pequeña alergia que me provoca un casi constante lloriqueo del ojo derecho. Pero como ya tenía pensado hacer este look, decidí seguir adelante, ya que otra reseña de algún producto hubiera sido un poco cansina. Me apetecía hacer este tutorial, y a pesar de que las condiciones no eran óptimas, lo hice.

Como podréis ver en los últimos pasos del tutorial, empecé con el ojo el derecho, -que es el que muestro siempre de ejemplo-, pero ante el constante lloriqueo que hacía que las sombras y el lápiz no pigmentaran bien y se empastrara todo, tuve que cambiar al izquierdo.

Bueno, dicho esto, vamos a ver cómo conseguir ese LOOK AHUMADO EN TONOS NEGROS Y MARRONES.

Lo primero, bricomaníacos, el material que vamos a necesitar. :D







-Una base de sombras (Shadow Insurance de Too Faced).

-Sombras en polvo. En este caso, yo he utilizado sólo tres: Brule de MAC (tono beige mate, aunque también podéis coger una que tenga algo de brillo para dar más luminosidad), 242 Mat Dark Brown de KIKO (un marrón-topo mate, en este caso, sí que es importante que el acabado sea mate), como tono de transición y Carbon de MAC (negro intenso y también necesariamente mate).

-Lápiz de ojos negro (Colour Contour de Bourjois).

-Pinceles de pelo natural: 3-4 de lengua de gato de distintos tamaños para aplicar las sombras, uno cónico para difuminar sombras y borrar cortes y uno de punta de lápiz para delinear.

-Máscara de pestañas (Scandal’Eyes de Rimmel) y máscara para definir cejas (Gimme Brow de Benefit).

1. En primer lugar, aplicamos la base de sombras sobre toda la superficie del párpado. Este maravilloso producto nos ayudará a fijar las sombras y hará que duren más tiempo en su sitio sin cuartearse y que luzcan con más intensidad.

¡Hola, mi ojo derecho lloroso os saluda!


2. Cogemos la sombra más clara, en este caso Brule, y con un pincel plano grande, la aplicamos también por todo el párpado, incidiendo en el hueso de la ceja y el lagrimal.


Esta sombra igualará la superficie del párpado, le dará un tono uniforme y homogéneo, y aportará luminosidad.


3. Con un pincel más pequeño que el anterior, pero también plano y de pelo natural, tomamos un poco de la sombra intermedia. En este caso, el marrón-topo mate de KIKO.


              
Con cuidado de que no nos caiga polvillo en las mejillas o las ojeras, la vamos aplicando con suaves golpecitos por todo el párpado móvil; esto es, hasta la zona de la cuenca del ojo, formando una media luna. Incidimos sobre todo en la zona de la cuenca, hasta que nos quede algo así:





4. Vamos ya con el color que da carácter e intensidad al look: el negro. (Hay quien en vez de un solo tono de transición, utiliza dos o tres. Yo no he querido complicar demasiado la cosa y lo he dejado en uno).

Con otro pincel plano y pequeño, tomamos con cuidado un poco de producto de la sombra negra (Carbon)…



…y lo vamos aplicando con suaves toquecitos desde el ras de las pestañas superiores hasta un poco más de la mitad del párpado móvil. La sombra negra NUNCA debe tapar al tono de transición. Incidiremos sobre todo en la zona de la línea de las pestañas.





Como las sombras negras mate suelen ser algo secas, seguramente habrá que insistir y dar varias pasadas, hasta que consigamos la pigmentación deseada, que en este caso es la más alta. Debe quedar un tono negro muy oscuro, no un negro grisáceo o amarronado. Yo no lo logré por el problema que os comentaba antes.

5. Y ahora, vamos a borrar los cortes, porque lo más seguro es que a estas alturas tengáis dos manchas negruzcas y penséis que os he estado tomando el pelo.

KEEP CALM AND DIFUMINAD.  ;)

Para ello, cogeremos el pincel mágico y fabuloso: el que tiene forma cónica y fibras muy tupidas. Éste, vamos:



Ya sabéis: el truco es ir pasando las fibras del pincel suavemente, en movimientos circulares, por la zona en la que se unen las tres sombras, hasta fusionarlas y que quede todo bien integrado. No es fácil, pero para esto está la práctica. Y la práctica hace maestros.

Si veis que la zona del hueso de la ceja se os ha quedado algo ennegrecida y os endurece la mirada, podéis volver a aplicar sombra beige para contrarrestar. El resultado debería ser algo así (en mi caso, quedó un negro-marrón chocolate, y no el negro intenso que buscaba)



6. No penséis que esto termina aquí, ¿eh? Aún falta dar más intensidad y “negrura”; ya digo que en este look no hay medias tintas: tiene que quedar muy “dark”; si no, no es un auténtico smokey eyes en negro.

A continuación, cogemos el pincel de punta de lápiz y tomamos producto de la sombra negra:



Y vamos a delinear las pestañas inferiores con la sombra. Éste es uno de los pasos más delicados, porque es fácil que nos caiga polvillo en la ojera. Si os pasa, una solución fácil es limpiar la zona con un bastoncillo de los oídos impregnado en desmaquillante de ojos. (Luego maquillaremos el rostro y aplicaremos corrector antiojeras).




Después de delinear las pestañas inferiores con el pincel de punta, cogemos un lápiz de ojos negro y delineamos. Primero, la línea de agua o waterline inferior y, en este caso, si os atrevéis con la superior, mucho mejor. Lo recomiendo, ya que el resultado es todavía más espectacular. (La sensación es como de cosquillas, no hay peligro, pero hay gente que no se atreve o le da como repelús).



7. Una vez tenemos este paso, con el mismo lápiz trazaremos una raya a ras de las pestañas superiores. Esta raya la difuminaremos bien con el pincel de punta lápiz para que se integre con la sombra negra.

8. Y ya casi lo tenemos. Sólo falta… ¿qué nos falta? ¿No os parece que todavía tenemos la mirada algo tristona? ¿Qué le falta garra, a pesar de todo que ya lleva? Claro, es que falta la máscara de pestañas para acabar de enmarcar y dar intensidad a la mirada. ;D

Aplicamos dos o tres capas (¡no seáis tímidas!) de una máscara que aporte volumen y longitud (como Scandal’Eyes de Rimmel) y, si lo consideráis necesario, definís y fijáis las cejas con un producto adecuado para ellas (como Gimme Brow de Benefit).





¡Pestañones al poder!


Y ahora sí, ¡ya tenemos el smokey eye en negro acabado! Éste fue el resultado final:






Como os comentaba, a mí no me quedó del todo bien debido al problema de alergia en el ojo, que impidió que las sombras y el lápiz pigmentaran correctamente, sobre todo en la zona del lagrimal. Por tanto, se me quedó en esa zona un pequeño vacío. En fin, qué le vamos a hacer. Otra vez será. ;)

Este ahumado tan negro y marcado les queda genial sobre todo a chicas de ojos azules, verdes, grises o color miel, ya que el negro de la sombra contrasta muchísimo con el color del iris. Es alucinante el resultado.

En mujeres de ojos verdes/azules, en concreto, queda un efecto felino impresionante. En cambio, si tenéis los ojos muy oscuros, sería más adecuado optar por otro ahumado (en azul o violeta, por ejemplo) que os destaque más el color del iris.

Y eso es todo. Hasta aquí el tutorial y la entrada de hoy. Espero que os haya gustado, os haya resuelto dudas sobre los smokey eyes, y que os sea de utilidad.

Y ya sabéis: espero que os atreváis a lucir ahumado en negro. Es un maquillaje espectacular.
Pero recordad: no hagáis Alaska y Mario Vaquerizo, que no se lo quitan ni para dormir. Y tampoco es plan. ;)


 
Alaska y Mario



Hasta la semana que viene. ¡Muchos besos!

@MireiaHornos
mhm.devicio@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre, ¿no? ¡Pues, opina!