Enric
Pardo vuelve con una segunda novela, tras Todas
las chicas besan con los ojos cerrados de 2012, y sigue manteniendo ese
tono irreverente con algún que otro toque de ternura —aunque seguro que es por
despiste— que ya demostró en la historia de Álex.
Primera temporada (Reservoir Books, 2014) es… una
comedia (ácida) de enredo con toques de drama muy real. Es una especie de Friends, pero con cinco personajes menos
porque el sexto —y protagonista— lo estropea. Además, fuman, beben, dicen
palabrotas y tienen sexo no siempre en off.
Ah, y tienen Facebook, Twitter y Whatsapp, dato importante el de las redes
sociales porque dejan atrás las señales de humo que se hacían Monica y
Chandler. Y sin Central Perk, porque están en Barcelona y donde van es al
Antikaraoke en el Apolo.
Total,
un tío de treinta y tantos muy perdido, con un buen trabajo y ganas de
divertirse, aunque haciéndose mayor ya. A eso le añades una Miley Cyrus post Hannah Montana que lo trae loco, una
relación Peter – Walter Bishop al comienzo de Fringe pero sin malos rollos, la versión femenina de Garfield,
algún que otro punto Breaking Bad y Melrose Place —sin el buenorro de Grant
Show ni su moto—, una psiquiatra más cercana a la Dra. May Foster de Tell Me You Love Me que a la mítica
Jennifer Melfi de Los Soprano —Tony
no estaba tan mal como Cliff—, y… por no decir Los Serrano, diremos Dexter
y El Mentalista. ¡Hala!
Bio de Enric Pardo en la solapa de Primera temporada |
El
protagonista, el que “lo jode todo” a lo Carrie Mathison en la T2 de Homeland —y la T1, también, aunque la
reincidencia lo agrava—, se llama… ni se sabe, porque utiliza en la vida 1.0 el
nick de internet que adoptó para
escribir sobre series ya hace años, actividad que ahora se ha convertido en su
trabajo. Pero a los amigos y a su conciencia les deja que lo llamen Cliff, el
diminutivo de Cliffhanger, su nick en
cuestión.
¿Recordáis
Dawson’s Creek y la obsesión del
personaje de James Van Der Beek con el cine? Pues, Cliff es algo así, pero con
las series. Lo cual es muy pero que muy interesante, porque se ve que Enric
Pardo sí que sabe de lo que habla, y además es un reclamo para todos aquellos
que en algún momento han visionado cualquiera de las series que menciona y
analiza.
Y hasta
aquí los personajes. Ya sabéis, la labor de conocerlos es del lector.
Imagen de cubierta de Primera temporada |
¿Escenarios?
Como ya sucedió con Álex en Todas las
chicas besan con los ojos cerrados, la acción se sitúa en las calles de
Barcelona, más de noche que de día, con sus garitos, terrazas y casas en
edificios sin ascensor antiguos. Además, hay un paseo hasta Marina D’Or
ciudad de vacaciones.
Y esto es la portada, ¡la portada! Dentro del libro. Se parece a la cubierta, pero NO lo es. #Gracias |
En
cuanto a la temática, decir que se tratan varios asuntos: desde el amor en sus
distintas variantes —omnipresente en cualquier historia— a las adicciones, la
lealtad, el miedo, el sexo, la verdad, los errores, la ficción… la vida, y la muerte.
Son
temas universales, muchos de ellos, ya tratados en multitud de obras. También
otras tantas se sitúan en Barcelona y, dependiendo de la época, reflejan un
ambiente u otro. Así que la pregunta es qué hace diferente las novelas de Enric
Pardo. Y la respuesta es su estilo, uno muy personal y cargado de sentido del
humor (un poco corrosivo) que saca la sonrisa del lado más canalla de cada
lector.
La voz
narrativa es la de Cliff, con lo cual, a través de la lectura únicamente se
conoce lo que él sabe y lo que piensa. Aunque cada uno saque otras
conclusiones, a veces alejadas de las suyas. Y es difícil, porque el chico es
muy listo y baraja todo tipo de posibilidades que expresa con una verborrea
mental brutal, pero ordenada, dándole un ritmo a la lectura muy ágil.
Y no
hace falta tener una licenciatura, ni siquiera una diplomatura, para poder
seguirla, pero sí es necesario —para una comprensión más óptima— cierto
conocimiento de cultura general en redes sociales y series. No es que sea como
leer un tratado médico sin haber estudiado siquiera la Biología de 4º de la
ESO, pero… alguien ajeno al uso de internet probablemente tendría alguna que
otra laguna.
Como
este tipo de perfil es difícil de encontrar, a no ser que se busque en cierta
franja de edad —y ya no está muy claro, tampoco—, cualquiera puede sentarse a
leer esta historia, mientras les grita a las chicas de la novela que huyan de
Cliff, simpático, inteligente y sensible, él… pero con demasiado peligro
emocional. ¡Aunque ellas también tienen lo suyo! (Llamar a un niño de ocho años
“gordinflas” es porque esconde una Cersei Lannister aún por manifestar.)
Dedicatoria de Primera temporada |
Sobre
la estructura hay que decir que esta Primera
temporada se divide en 39 episodios, pero… ¿no sabéis lo que es un cliffhanger como recurso estilístico? Es
cuando justo, pero justo al final de un capítulo de una serie, una película o
un libro pasa algo interesante y lo cortan, dejando al público con las ganas de
saber cómo acaba o qué pasará, además de “algo molesto”. Dicen que el fenómeno
por el cual esto permanece en nuestras mentes se llama efecto Zeigarnik, la
necesidad de terminar una tarea hace que recordemos. Es decir, eso que sucede
cuando cortan una canción a la mitad y se te queda en la cabeza el resto del
día hasta que la escuchas otra vez, entera, y puedes silenciarla.
Bien,
pues, el último episodio de Primera
temporada se titula así, Cliffhanger. Dicho lo cual, que cada uno saque sus
propias conclusiones y decida leerlo o no, con todo lo hemos ido contando arriba.
¡Leed!
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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