17 abril 2014

Primera temporada

Enric Pardo vuelve con una segunda novela, tras Todas las chicas besan con los ojos cerrados de 2012, y sigue manteniendo ese tono irreverente con algún que otro toque de ternura —aunque seguro que es por despiste— que ya demostró en la historia de Álex.

Primera temporada (Reservoir Books, 2014) es… una comedia (ácida) de enredo con toques de drama muy real. Es una especie de Friends, pero con cinco personajes menos porque el sexto —y protagonista— lo estropea. Además, fuman, beben, dicen palabrotas y tienen sexo no siempre en off. Ah, y tienen Facebook, Twitter y Whatsapp, dato importante el de las redes sociales porque dejan atrás las señales de humo que se hacían Monica y Chandler. Y sin Central Perk, porque están en Barcelona y donde van es al Antikaraoke en el Apolo.

Total, un tío de treinta y tantos muy perdido, con un buen trabajo y ganas de divertirse, aunque haciéndose mayor ya. A eso le añades una Miley Cyrus post Hannah Montana que lo trae loco, una relación Peter – Walter Bishop al comienzo de Fringe pero sin malos rollos, la versión femenina de Garfield, algún que otro punto Breaking Bad y Melrose Place —sin el buenorro de Grant Show ni su moto—, una psiquiatra más cercana a la Dra. May Foster de Tell Me You Love Me que a la mítica Jennifer Melfi de Los Soprano —Tony no estaba tan mal como Cliff—, y… por no decir Los Serrano, diremos Dexter y El Mentalista. ¡Hala!

Bio de Enric Pardo en la solapa
de Primera temporada

El protagonista, el que “lo jode todo” a lo Carrie Mathison en la T2 de Homeland —y la T1, también, aunque la reincidencia lo agrava—, se llama… ni se sabe, porque utiliza en la vida 1.0 el nick de internet que adoptó para escribir sobre series ya hace años, actividad que ahora se ha convertido en su trabajo. Pero a los amigos y a su conciencia les deja que lo llamen Cliff, el diminutivo de Cliffhanger, su nick en cuestión.

¿Recordáis Dawson’s Creek y la obsesión del personaje de James Van Der Beek con el cine? Pues, Cliff es algo así, pero con las series. Lo cual es muy pero que muy interesante, porque se ve que Enric Pardo sí que sabe de lo que habla, y además es un reclamo para todos aquellos que en algún momento han visionado cualquiera de las series que menciona y analiza.

Y hasta aquí los personajes. Ya sabéis, la labor de conocerlos es del lector.

Imagen de cubierta de Primera temporada


¿Escenarios? Como ya sucedió con Álex en Todas las chicas besan con los ojos cerrados, la acción se sitúa en las calles de Barcelona, más de noche que de día, con sus garitos, terrazas y casas en edificios sin ascensor antiguos. Además, hay un paseo hasta Marina D’Or ciudad de vacaciones.

Y esto es la portada, ¡la portada! Dentro del libro.
Se parece a la cubierta, pero NO lo es. #Gracias

En cuanto a la temática, decir que se tratan varios asuntos: desde el amor en sus distintas variantes —omnipresente en cualquier historia— a las adicciones, la lealtad, el miedo, el sexo, la verdad, los errores, la ficción… la vida, y la muerte.

Son temas universales, muchos de ellos, ya tratados en multitud de obras. También otras tantas se sitúan en Barcelona y, dependiendo de la época, reflejan un ambiente u otro. Así que la pregunta es qué hace diferente las novelas de Enric Pardo. Y la respuesta es su estilo, uno muy personal y cargado de sentido del humor (un poco corrosivo) que saca la sonrisa del lado más canalla de cada lector.

La voz narrativa es la de Cliff, con lo cual, a través de la lectura únicamente se conoce lo que él sabe y lo que piensa. Aunque cada uno saque otras conclusiones, a veces alejadas de las suyas. Y es difícil, porque el chico es muy listo y baraja todo tipo de posibilidades que expresa con una verborrea mental brutal, pero ordenada, dándole un ritmo a la lectura muy ágil.

Y no hace falta tener una licenciatura, ni siquiera una diplomatura, para poder seguirla, pero sí es necesario —para una comprensión más óptima— cierto conocimiento de cultura general en redes sociales y series. No es que sea como leer un tratado médico sin haber estudiado siquiera la Biología de 4º de la ESO, pero… alguien ajeno al uso de internet probablemente tendría alguna que otra laguna.

Como este tipo de perfil es difícil de encontrar, a no ser que se busque en cierta franja de edad —y ya no está muy claro, tampoco—, cualquiera puede sentarse a leer esta historia, mientras les grita a las chicas de la novela que huyan de Cliff, simpático, inteligente y sensible, él… pero con demasiado peligro emocional. ¡Aunque ellas también tienen lo suyo! (Llamar a un niño de ocho años “gordinflas” es porque esconde una Cersei Lannister aún por manifestar.)

Dedicatoria de Primera temporada

Sobre la estructura hay que decir que esta Primera temporada se divide en 39 episodios, pero… ¿no sabéis lo que es un cliffhanger como recurso estilístico? Es cuando justo, pero justo al final de un capítulo de una serie, una película o un libro pasa algo interesante y lo cortan, dejando al público con las ganas de saber cómo acaba o qué pasará, además de “algo molesto”. Dicen que el fenómeno por el cual esto permanece en nuestras mentes se llama efecto Zeigarnik, la necesidad de terminar una tarea hace que recordemos. Es decir, eso que sucede cuando cortan una canción a la mitad y se te queda en la cabeza el resto del día hasta que la escuchas otra vez, entera, y puedes silenciarla.


Bien, pues, el último episodio de Primera temporada se titula así, Cliffhanger. Dicho lo cual, que cada uno saque sus propias conclusiones y decida leerlo o no, con todo lo  hemos ido contando arriba. 

¡Leed!

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