"Hay que hacerse un carácter de hule sobre el cual el mundo resbale cuando se quiera", decía George Sand. Y a lo largo de la vida que llevó esta escritora francesa, cuyo nombre real fue Amandine Aurore Lucile Dupin, seguro que le tocó poner en práctica esta máxima.
Hija de un aristócrata y una mujer de clase media, George Sand se casó con un barón, tuvo dos hijos, se divorció de él en 1836, comenzó a utilizar vestuario masculino y tuvo varios amantes, entre ellos el autor romántico Alfred de Musset y el compositor Frédérich Chopin. La relación con el primero fue tormentosa y compleja, él le dedicaría un libro años después, Confesión de un hijo del siglo. Con el músico polaco también convivió, ella y sus hijos. Pero, al enfermar éste, abandonaron la villa mallorquina en la que residía.
Queda claro que George Sand no se dejó intimidar por la maldad de las personas ni por los reveses de la vida.
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