Ana
Garralón firmaba hace unos días Retrato del reseñista adolescente, un artículo publicado en la revista digital
mexicana Letras libres. Y el revuelo que han levantado las opiniones de esta
profesora, escritora y experta en literatura juvenil —según la Wikipedia— en el
entorno literario de la red ha sido curioso, además de una campaña publicitaria
gratuita. De momento.
Sin
embargo, no es el objetivo de esta entrada hablar sobre lo que piense o crea
una persona determinada, en este caso Ana Garralón, sino llamar la atención
sobre la tendencia a apoyar esa idea de rechazo a prácticas relacionadas con
los libros o a sectores de población lectora. Porque, aunque nos pese, la
opinión que expresa esta señora representa en varios puntos lo que otros tantos
piensan.
Esnob. (Del ingl. snob)1. com. Persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. U. t. c. adj.
En Retrato del reseñista adolescente, la
señora Garralón carga contra una relativamente nueva práctica que existe en
internet: subir un vídeo a Youtube en el que se habla de un libro. Y, tirando
de una ironía no muy fina, también arremete contra las personas que hacen esto,
muchas de ellas jóvenes, los booktubers.
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Nuevo uso de la plataforma Youtube para comentar las impresiones personales sobre algunos libros |
Sus
“argumentos” vuelven a ser, como sucede en este tipo de ocasiones, los mismos: ensalzamiento
de los clásicos en detrimento de lo nuevo, escasez de variedad temática,
ausencia de “profundidad” literaria, insinuación veladas a las descargas
ilegales, devoción desmedida, etc., hasta llegar al desprecio por su imagen
física o sus capacidades mentales.
¿Está
en lo cierto Ana Garralón y las personas que opinan como ella? Quizás, tengan
su parte de razón al pensar así y están en su derecho de hacerlo, como también
tienen derecho a expresarlo. Pero, al ejercerlo, se olvidan de la libertad que
tienen los demás para hacer exactamente lo mismo sobre sus escritos o sobre una
película, un partido de fútbol o un libro.
Hace un
par de semanas, comentábamos el tema de la autopublicación en Amazon y el
esnobismo que parecía haber alrededor de este método que, aunque mejorable en
muchos aspectos, ofrecía una libertad muy atractiva. Pues, bien, el caso es
similar.
Señores
y señoras, existen clásicos estupendos, ¡sí! No estaría mal que estos jóvenes,
en lugar de recibir críticas, fuesen alentados para acercarse a ellos. Puede
que muchas de las obras no tengan un “ritmo trepidante”, que dice Garralón,
como el día a día que nos ha tocado vivir, tan diferente del que vivían
aquellas personas que podían permitirse el lujo de la lectura hace doscientos
años. Pero trata de esgrimir tus motivos de forma constructiva. ¡Convéncelos,
no los insultes!
¿Hay
homogeneidad en gustos y poca diversidad temática? ¿Quizás se deba a que se
trata de un sector de la población concreto, en una fase de su desarrollo muy
complicada, con unas inquietudes comunes sea cual sea el momento histórico?
Otra de
las quejas más típicas es que la gran mayoría de estas lecturas y, por lo
tanto, las reseñas derivadas de ellas son superficiales. Lo que, seguramente,
sea verdad. El fin de la novela, desde su origen etimológico, es entretener y,
lamentándolo mucho, cada uno se entretiene con lo que puede y quiere. Mal
alcanzado objetivo es escribir una historia cuya profundidad suma al lector en
los más intrincados debates filosóficos o morales, gracias a un uso de la
técnica asombroso, si éste no entiende nada y en el segundo párrafo está ya
durmiendo.
“La retórica es el contrapunto de la dialéctica.” Aristóteles, Ars Rhetorica
En
cuanto a las descargas ilegales, desgraciadamente y dadas ciertas políticas
económicas actuales, están a la orden del día. Leer a Dostoyevski o Joyce no
exime.
Y sí,
el fanatismo es perjudicial a cualquier nivel. Ana Garralón alude al hecho de
que algunos de estos jóvenes muestran tatuajes inspirados en sus novelas
favoritas. Con sinceridad, hay que admitir que tatuarse es una decisión seria,
ya sea una frase de tu idolatrado personaje o “Amor de madre”, pero suicidarse
lo es más. ¿Vamos a denostar por eso Las
cuitas del joven Werther de Goethe?
“Lo que antes se escuchaba tímidamente en los corrillos de los círculos de lectura, ahora está para siempre en la red.” Ana Garralón, Retrato del reseñista adolescente
En
definitiva, es una cuestión de libertad, de gustos y de respeto. La labor que
realizan estos jóvenes es la de comunicar, con mayor o menor cuidado, lo que
atrae su atención y lo que les gusta en cuestiones narrativas. Están ahí para
quien los quiera ver o escuchar, sin obligaciones.
¿Por
qué no tratar de seguir su ejemplo en ese aspecto y mostrarles, a los jóvenes y
a todos los demás, otras obras que consideren que merecen la pena, tienen
profundidad literaria y variedad temática? ¿Por qué ese afán destructivo y
dañino?
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En Devicio, seguiré reseñando, pese a quien pese. Y este será el libro de la próxima semana, sí, cortesía de Planeta |
Personalmente,
elijo no hacerlo. Y, desde esta sección, procuro encontrarles a todas las obras
un aporte positivo, sin engañar ni destripar. En general, no siento que las
reseñas que hacen los booktubers
aborden los aspectos que me interesan de un libro y tampoco cubren mis
inquietudes muchas otras que vienen firmadas por críticos a sueldo. Así que no
me decanto por ninguno de los dos grupos, pero para eso existe la variedad,
para encontrar personas que se toman en serio su labor —no siempre remunerada—
y ofrecen trabajos que satisfacen a diversos públicos. Y la verdad,
encontrarlos no es sencillo.
Seguid leyendo, sean cuales sean vuestros gustos,
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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