Sophie
Hannah, la autora, le dedica este libro a Agatha Christie, quien creó al
detective Hércules Poirot y lo convirtió en uno de sus personajes más
emblemáticos, con treinta y tres novelas, dos obras de teatro y tantos otros
relatos breves. En uno de estos, Telón,
publicado en 1975, el personaje fallecía y desde entonces no hubo más historias
suyas. Sin embargo, los herederos de Agatha Christie, decidieron otorgarle
permiso para utilizar nombre e imagen literaria para esta obra a Sophie Hannah,
autora reconocida de libros como La cuna vacía, Los muertos se tumban o La mala madre.
![]() |
Los crímenes del monograma de Sophie Hanna, cubierta |
El
afamado investigador belga Hércules Poirot, ya retirado, se cruza, cuando está
cenando en el café Pleasant, con una desconocida que teme por su vida. En los
pocos minutos que comparten, ella le dice algunas frases en apariencia
incoherentes, pero altamente preocupantes para la materia gris de Hércules
Poirot. Y, después, huye despavorida.
Cuando
Poirot llega a la pensión de la señora Unsworth, donde está pasando unas vacaciones
frente a su casa en Londres, su recién estrenado amigo, el detective de
Scotland Yard Edward Catchpool, le comunica que han sido hallados tres
cadáveres en distintas habitaciones del hotel Bloxham. Ante lo cual, monsieur Poirot no puede evitar establecer
relación entre esos tres crímenes y las palabras de la mujer del café. A partir
de ahí, todo será una sucesión de descubrimientos, pruebas, confesiones,
posibles teorías, mentiras y carreras para tratar de impedir más muertes.
En
cuanto a los personajes, como ya dice en la cubierta de la edición española de Los crímenes del monograma (Espasa,
2014), este es “un nuevo caso de Hércules Poirot” y él es su protagonista, el
héroe peculiar de la historia. Para aquellos que no conozcan la personalidad
del detective belga creado por Agatha Christie, si es que todavía queda alguien
(aun teniendo internet), Hércules Poirot es arrogante, atildado, un poco
soberbio, maniático del orden y la higiene; tiene vastos conocimientos de todo,
utiliza un lenguaje ampuloso e introduce expresiones en francés a menudo. Pero,
además, es sagaz, observador, sensible y, en el fondo, un sentimental. A veces,
se refiere a sí mismo en tercera persona del singular y, desde luego, no es un
hombre de acción —el físico tampoco lo acompaña para eso—, sino que sus
herramientas son el ingenio, la imaginación, la percepción del mundo y, sobre
todo, lo que podría considerarse su súper poder si esto fuese un cómic: la
materia gris de su cerebro.
Su partenaire en este caso es el detective
Catchpool, un joven de 32 años, que ha sido encargado de investigar el
homicidio de Richard Negus, Ida Gransbury y Harriet Sippel en el Bloxham. Y,
para ello, cuenta con la inestimable ayuda de Poirot, aunque no le haga mucha
gracia. Además, Catchpool es la voz narrativa de la historia y se retrata a sí
mismo como víctima (y secreto admirador, algo simple) del carácter de Poirot.
Pero, a
nivel global, como suele suceder en las novelas de misterio y concretamente en
las de Hércules Poirot, el número de personajes es amplio, aunque no excesivo,
y raramente anónimo. Es decir, hay más de una docena, pero no tantos como para
olvidarlos a las dos páginas, y son descritos con marcas distintivas que ayudan
al lector a recordarlos cuando vuelven a aparecer en escena. Es más, se repiten
sus nombres y apellidos una y otra vez: Richard Negus, Ida Gransbury, Harriet
Sippel, Fee Spring, Luca Lazzari, John Goode, Thomas Brignell, Rafal Bobak, Blanche
Unsworth, Samuel Hobben, Stanley Beer, Henry Negus… Se trata de generar sospechosos, no de llenar
párrafos con ellos para luego olvidarlos. ¡Hay que dudar hasta de la propia
sombra de Poirot!
La
técnica que Sophie Hannah utiliza es la de contar los hechos, una vez
finalizados, a través del relato escrito de uno de sus personajes, en este caso
Edward Catchpool, como ya hizo en su día Agatha Christie con Arthur Hastings.
De ahí que se pueda decir que el narrador es en primera persona en pasado y,
hasta cierto punto, omnisciente.
La
mayor parte de la historia de Los crímenes
del monograma se desarrolla en el Londres de 1929, en lugares cerrados: el
hotel Bloxham, el café Pleasant y la casa de huéspedes de la señora Unsworth,
entre otros. Aunque también hay algunos capítulos en los que la acción se sitúa
en un pueblecito inglés llamado Great Holling. Y, como es habitual, existen
constantes flashbacks, realizados a
través de los diálogos de los personajes, con el fin de introducir nueva
información.
La
novela se estructura en 25 capítulos de unas diez o doce páginas cada uno,
hasta llegar a las 362 —más Agradecimientos— que conforman el libro completo. Y
cada capítulo tiene un título que actúa, sin duda, como acicate para el lector,
porque suele contener las palabras clave por las que no ha dejado de
preguntarse durante las últimas hojas.
De
forma interna, está dividido claramente en un planteamiento del crimen o
crímenes iniciales, luego se desarrolla la investigación —con sus altibajos— y,
finalmente, una exposición resolutiva frente a un público amplio, muy al estilo
Hércules Poirot.
¿Atrapa?
Sí, desde luego. El uso del juego – enseñanza de Poirot con Catchpool lo que
busca o a lo que da pie es a que el lector, incluido el más torpe, siga las
explicaciones y la línea de pensamiento que lleva el belga. Y ya, si se trata
de una persona un poco avispada, se hará las mismas preguntas que Poirot antes
que él mismo y tendrá las posibles respuestas a las cuestiones que plantee
Catchpool.
¿Es una
lectura sencilla? Hay que tomárselo con paciencia y prestar atención, porque
los datos son bastantes y la trama gira y gira, sin mover su eje de rotación.
Además, la forma de expresarse de Poirot, como comentábamos antes, no es
directa y escueta, sino que le gusta utilizar términos grandilocuentes y
construir frases sintáticamente peculiares sin un fin claro, en apariencia.
Pero ese es un rasgo que caracteriza al personaje incluso más que su famoso
bigotito.
¿No
queréis saber por qué se titula Los
crímenes del monograma? ¿Qué se esconde detrás de ese monograma y dónde ha
sido encontrado?
Pues, leedlo ;)
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Eres libre, ¿no? ¡Pues, opina!