Sylvia
Day regresa con Cautivada por ti (Captivated by You), la cuarta entrega de
la serie Crossfire. Así, lo que comenzó como una trilogía con No te escondo nada (Bared to You) y Reflejada en
ti (Reflected in You), tras el
éxito cosechado, se ha convertido ya en toda una saga. Ha sido número uno en las
listas de ventas internacionales y en The
New York Times, Wall Street Journal
y Sunday Times, además de obtener un
contrato con Lionsgate por los derechos para crear una serie de televisión. Y
todo esto antes incluso de la publicación de Atada a ti (Entwined with You),
el tercer libro sobre la historia de Gideon Cross y Eva Tramell.
En su
día, muchas fueron las voces que catalogaban la serie Crossfire como una más de
las novelas que intentaban aprovecharse del tirón de Cincuenta sombras de Grey de EL James y el boom del género de
romántica erótica con toques de BDSM. Sin embargo, Sylvia Day ya escribía desde
hacía varios años novelas románticas —históricas, contemporáneas y fantásticas—
con escenas de sexo más bien explícito y sus libros habían sido traducidos a
más de cuarenta idiomas mucho antes de la aparición en el panorama editorial
del fenómeno Christian Grey y Anastasia Steele. Además, su producción ha
continuado paralela a las publicaciones de la serie Crossfire, como por ejemplo
sucede con la serie Afterburn & Aftershock.
Quizás,
sería injusto negar que todas aquellas novelas que han salido posteriormente a Cincuenta sombras de Grey no se han
beneficiado, en cierto sentido, de la tendencia que marcó esa trilogía,
recordemos, basada en los personajes —Bella y Edward de Crepúsculo— de una autora que hace gala de pertenecer a la Iglesia
de Jesucristo de los Santos de los últimos días, Stephenie Meyer. Sí, la vida
es así de irónica y el mercado no es algo tan sencillo ni tan inocente o puro
como puedan pensar los lectores.
Así que
volvemos a la premisa que parecen compartir la mayoría de estas novelas: el
empresario frío y distante, pero muy atractivo y poderoso, que resulta ser un
dios del sexo. Y, como dicho de esa manera suena un poco negativo, los ejemplos
de las obras en que se repite ese caso serán de libros reseñados en esta misma
sección, porque en la variedad está el gusto y esto da pie a muchas historias.
El
primero y, quizás, más conocido es el caso de Jesse Ward de la saga Mi hombre (Planeta, 2014) de Jodi Ellen
Malpas. En cuanto a ficción nacional, Eric Zimmerman de la trilogía Pídeme lo que quieras (Esencia, 2014) de
Megan Maxwell. Y, porque no hay dos sin tres, Nathaniel West de la serie Sumisión (Esencia, 2014) de Tara Sue
Me. Todos han sido éxitos de ventas, todos parten de la misma idea, aunque cada
uno la adapta a un entorno y unas circunstancias e introduce temas distintos. Y
puede que eso sea lo interesante. Las novelas de Jodi Ellen Malpas hablan del
negocio del sexo —atentos ahí a la colección Deseada—, Megan Maxwell propone
una visión de las relaciones sexuales en grupo en un intento de comprender qué
lleva a quienes lo practican a compartir incluso cuando los sentimientos están
implicados; y en las obras de Tara Sue Me se desarrolla el tema de la
aceptación y el afecto a través del BDSM.
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Cautivada por ti, imagen de cubierta de la edición española de Espasa |
¿Y qué
les sucede a Gideon Cross y a Eva Tramell? ¿Qué tiene su historia de particular
o qué la hace diferente? ¿Por qué podría ser interesante leerla si leída una
saga de erótica se han leído todas, como pueden asegurar muchos? Sencillo,
porque Gideon y Eva son dos adultos emocionalmente destruidos debido a que
durante su infancia sufrieron abusos sexuales reiterados por parte de una
persona de confianza de su entorno.
Lo
triste de esto es que en la vida real resulta poco probable —no imposible— que
un millonario joven y atractivo, con increíbles habilidades sexuales, se fije
en una muchacha corriente y se enamore de ella locamente. Mientras que lo que
sí sucede a diario, por desgracia y no como algo fuera de lo común, son los
abusos sexuales a menores.
Y no es
cuestión de frivolizar. Sylvia Day no lo ha hecho en la serie Crossfire, aunque
haya abordado el tema como un rasgo de los personajes en una historia de amor,
y no como un ensayo o un drama narrativo. Todo lo contrario, la sensación que
transmite es que ha querido darles una oportunidad para ser felices o, al
menos, para salvarse.
Sin
embargo, es comprensible que existan personas que se sientan ofendidas por
ello, los lectores son muchos y cada cual tiene unas circunstancias
particulares y una forma de pensar y de interpretar las emociones distinta.
Pero lo positivo es que toda atención sobre este tipo de problemática es bien
recibida, porque es una lacara social, una injusticia ante la que la gente no
ha de permanecer ajena y se debe denunciar desde cualquier ámbito.
Aunque
como autora contemporánea, el caso de Sylvia Day no es el primero. En lo que se
ha dado en catalogar como romántica erótica, ya había precedentes de obras que
desarrollaban historias con este tema como conflicto base. El ejemplo obvio es
el de Megan Hart, una autora muy recomendable si se disfruta de este género
pero, además, se le quiere añadir una profundidad psicológica compleja no
siempre presente en este tipo de libros.
Y, tras
esta reflexión, ahora toca Cautivada por
ti (Espasa, 2014), con lo que es cuando llega la advertencia de posible spoiler si no has leído las anteriores
entregas: No te escondo nada, Reflejada
en ti y Atada a ti.
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No te escondo nada, Reflejada en ti y Atada a ti, imágenes de cubierta de las ediciones en español de Espasa |
Son los
primeros días después de su boda secreta, Eva y Gideon han vuelto a sus
apartamentos en Nueva York. Ella, al que comparte con su mejor amigo, Gary, y
él al de al lado, desde donde la custodiaba en privado para que nadie supiera
que su relación seguía adelante y, así, mantener la coartada de Gideon para el
asesinato de Nathan.
Pero
ahora que la policía parece achacar el crimen a la mafia rusa, han de enfrentar
otros problemas, además de los que les suponen sus infancias traumáticas. Y el
más acuciante es el de Brett Kline, estrella del rock, y el vídeo de éste y Eva
teniendo sexo en el servicio de un bar años atrás. Brett continúa chantajeando
a Gideon y éste está desesperado porque Eva no llegue a verlo nunca.
Y si
los celos están matando a Gideon por culpa de Brett Kline, los que siente Eva
por Corinne no son menos ni más calmados. Además, ésta también prepara una
sorpresa tras su intento de suicidio y la pérdida del bebé.
Por
fin, se descubre qué le ha sucedido a Megumi, por qué no iba a trabajar y cuál
era la causa por la que no respondía a las insistentes llamadas de Eva.
Continúan
las difíciles relaciones entre Gideon y su familia, sobre todo con su hermano
Christopher Videla Jr. y su madre. Aunque evoluciona su trato con Ireland, su
joven hermana, gracias a la mediación de Eva. Ella, por su parte, sigue
intentando escapar del control posesivo de su madre, Monica.
Aunque,
probablemente, el tema de esta entrega es más que nunca cómo negocian con el
sexo ambos protagonistas, para qué lo usa Gideon y lo que implica para Eva.
Además, cruzan límites en sus relaciones físicas que siempre han sabido, al
igual que el lector, que eran un objetivo de ambos.
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Los lectores ven a Herny Cavill en el papel de Gideon Cross en su adaptación a la televisión... |
![]() |
...e, incluso, Sylvia Day ha llegado a hacer declaraciones al respecto cuando la han entrevistado. A ella también le parece una opción muy acertada. |
En
cuanto a los personajes, a estas alturas ya son viejos conocidos de los
lectores. Pero si hay que describir a los dos protagonistas, de Gideon habría
que decir que es protector, manipulador, posesivo y muy celoso. Pero se derrite
cuando ve cómo Eva da la cara por él y lo defiende, ya que es algo que le ha
faltado de niño y también de adulto. Y sobre ella, decir que no es menos celosa
y está empeñada en superar sus problemas, por eso se centra en la terapia y
lucha por encontrar un sitio propio y no a la sombra de otro, sea su madre,
Stanton o el propio Gideon.
Los
escenarios sitúan la historia principalmente en el Nueva York actual, salvo un
viaje a San Diego, a la ciudad natal de Eva y Cary. Y el ambiente en todo
momento es de lujo, sobre todo cuando aparece en escena Gideon o su familia.
Sobre
la estructura externa hay que decir que las 426 páginas se dividen en 20
capítulos más o menos largos, aunque queda claro que el libro es parte de una
serie. Y el estilo es directo y sencillo, se caracteriza por los cambios de voz
narrativa entre Eva y Gideon, aunque predomina la de él. Siempre es en primera
persona y en pasado. Y aunque Eva, que ha sido la narradora habitual en las
otras novelas, no es ninguna mojigata a la hora de expresarse —más si es a
través de pensamientos—, cuando la información le llega al lector por voz de
Gideon es mucho más cruda. Es positivo saber lo que pasa por la cabeza de este
joven millonario para entenderlo mejor, pero la narración se vuelve así más
directa y se llena de un vocabulario y una línea de pensamiento obviamente
sexual. Él lo gestiona todo a través del poder y el sexo.
“Los
ojos me escocían y unas gotas de sudor me caían por la frente. El pecho se me
movía por el esfuerzo. Ser consciente de que Eva había salido a bailar con Cary
y algunos de sus amigos del sur de California no hacía más que afilar el borde
sobre el que me cernía. Sabía cómo se ponía siempre que salía a beber y a
bailar. Me encantaba follármela cuando su cuerpo estaba húmedo y sudoroso y su
coño resbaladizo y hambriento.
«Dios
santo». La polla me palpitaba y se me puso aún más dura. Los brazos me
temblaban mientras me acercaba al punto de fatiga muscular. Las venas se me
marcaban con fuerza en los brazos y en las manos. Necesitaba una ducha fría,
pero no iba a masturbarme. Siempre lo guardaba para Eva. Cada gota densa y
cremosa.”
Además,
en cuanto a contenido, se nota tanto en Cautivada
por ti como en Atada a ti que
Sylvia Day da un frenazo importante en el avance de la trama. Si en No te escondo nada conocíamos a los
personajes, sobre todo a Eva, y Reflejada
en ti nos dejaba boquiabiertos en la recta final con el asesinato de Nathan
y la distancia que marcaba Gideon con ella, en las posteriores entregas se
aprecia poca evolución en cuanto a algunos temas y tampoco terminan de
plantearse otros secundarios que refuercen o acompañen narrativamente al
desarrollo de la relación entre ambos.
Sin
embargo, si habéis empezado la saga, sabréis lo difícil que es dejar a estas
dos almas en pena sin saber qué más puede sucederles o cómo se cerrarán los
hilos narrativos. Y si no habéis comenzado y este tipo de obras os gustan,
seguro que la disfrutaréis, porque la serie Crossfire cuenta con el añadido de
unas tramas generales que dan profundidad psicológica a los actos de los
personajes.
Al
resto, le tocará esperar la llegada de Somos
uno, la quinta y última novela de este saga de Sylvia Day, para la que aún
se desconoce la fecha de publicación.
¡Leed!
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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