Agustina Guerrero es una ilustradora nacida en
Argentina y residente en Barcelona desde hace años, que consigue arrancarnos
verdaderas carcajadas al saber conectar a través de sus dibujos con una parte
de nosotros —quizás, un poco más de nosotras— algo irreverente.
La volátil es sin duda, a día de hoy, su personaje más
conocido y cuenta ya con dos libros publicados: Diario de una volátil (Lumen, 2014) y La volátil. Mamma Mia! (Lumen, 2015). Aunque anteriormente, en
2013, pudimos disfrutar del inconformismo y la inocencia de Nina,
diario de una adolescente (Montena),
y cada día podemos seguirla desde 2011 en su blog. A algunos, nos ayuda a expresarnos desde hace tiempo en Line también, con divertidos y más que
idóneos stickers.
Con
este tercer libro, el segundo para La volátil —una caricatura de sí misma y su
cotidianeidad—, Agustina Guerrero nos cuenta la experiencia de la gestación
desde El gran test hasta el “Ahora empieza lo bueno…” y se lo dedica
a su hijo: “A Pau, que creció dentro de mí con este libro”.
La volátil. Mamma Mia! |
Tras el
test, ese momento en que la pareja confirma y celebra su próxima paternidad,
llegan los tres trimestres y las peculiaridades de cada uno. Obviamente, La
volátil los vive intensamente y no se escapa de ninguno de los sufrimientos y
placeres de esos nueve meses de embarazo.
Durante
el Primer
trimestre, la futura mamá ha de hacerse a la idea, porque sí, va a ser
madre, pero… ¿está preparada? La asaltan las dudas sobre lo que está por llegar
y si lo hará bien. Por ejemplo, ¿quién iba a decir que elegir un carrito para
el bebé podría convertirse en una odisea? Porque el carro es una cosa, luego
está el maxi cosi (¡indispensable!),
la hamaquita, la mini cuna, la cuna, la
sillita… Y, claro, además hay que dar la noticia, pero ¿cómo y cuándo sería
el momento oportuno? Por eso, durante los tres primeros meses, las embarazadas
duermen a todas horas, ¡hay demasiado en lo que pensar!
Las hormonas de La volátil embarazada... ¡un caos emocional! |
En el Segundo
trimestre, el miedo sigue presente… La volátil teme hasta al propio
miedo, y hace bien. Es el momento en que, por fin, se empieza a notar la
barriguita… ¿o no?, llega la segunda ecografía
y ya se distingue… un borrón más grande, y las hormonas hacen de las suyas con
el estado de ánimo, porque son las hormonas las que ponen a las embarazadas de
mal humor. Aun así, la naturaleza es sabia y es el momento de asegurarse a la
pareja con malas artes, por eso la apariencia física mejora notablemente y se
sienten divinas, porque lo son aunque no puedan tomar café.
Página interior que marca el comienzo de una nueva sección |
Y llega
la recta final, que dijeron nueve meses y esto parece no acabarse nunca, ¡el Tercer
trimestre! Para ese entonces, el
volumen ha aumentado considerablemente y lo seguirá haciendo a marchas
forzadas durante las siguientes semanas. Así que moverse, para La volátil y la
mayoría de embarazadas, se convierte en algo “no tan sencillo” como solía ser.
El dolor de espalda, cuando no pinzamientos del nervio ciático, es el pan
nuestro de cada día y encontrar postura, la postura, se vuelve casi misión
imposible. Ahí es donde aparecen en escena los cojines y almohadas, mientras la
libido está desaparecida en combate y el atasco en tránsito intestinal no lo
regula ni el mejor agente de tráfico. Sufren tanto que… ¿por qué no explotar un poco el cuento y dejarse
querer?
La volátil y el amor ciego a su bebé |
Hay que
hacer mención especial a la pareja de La volátil, el pobre, que con paciencia y
lleno de buenas intenciones, aguanta como puede también estos nueve meses antes
de volverse histérico en cuanto llegan las primeras contracciones. Él es el papá, es tantos papás.
Ingenua ternura de La volátil y su chico... a punto de crear una familia |
Y
también hay que destacar los apartados de Mitos y creencias sobre el embarazo,
uno en cada sección, que son especialmente geniales. Porque Agustina Guerrero
toma una verdad compartida —en este caso y en los demás—, nos hace cómplices
con sus dibujos de trazo sencillo y añadiéndole mucho sentido del humor a la
situación logra hacer que protagonistas y espectadores de un embarazo se
sientan identificados.
La volátil. Mamma Mia!, imagen de la contra |
¿Recomendable?
¡Sin duda! Y si conoces a alguna futura mamá, regalarle La volátil. Mamma Mia! puede ser un modo original y diferente de
darle la enhorabuena. Además de hacer que se ría, encontrará comprensión
desenfadada a muchas de sus preocupaciones. Y a aquellas mujeres que ya han
sido madres, sencillamente, les va a encantar. Para el resto de público, a poco
sentido del humor que tenga, no va a poder dejar de reírse.
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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