Bajo sospecha

Este martes, 17 de febrero, Antena 3 por fin estrenó Bajo sospecha. Habían pasado ya unos meses desde el anuncio de sus grabaciones otros pocos de la premiere del piloto. Así que se había generado bastante expectación, las noticias que iban llegando con información suministrada casi a cuenta gotas eran muy alentadoras. Una ficción con el sello cada vez más fiable de Bambú Producciones, con un argumento quizás trillado pero no por eso menos interesante —sobre todo por el tratamiento y la perspectiva— y un reparto de actores que, teniendo en cuenta el panorama nacional actual conocido, realiza ya un trabajo muy digno en la hora escasa que dura el primer episodio.

En Cienfuegos, un pueblecito situado en no se sabe qué parte de la geografía española pero rodeado de grandes bosques y con una gran masa de agua cerca, desaparece Alicia Vega, una niña de siete años, el día en que celebraba su comunión junto a su hermano mellizo, Pablo. Era una reunión familiar en el restaurante propiedad del abuelo paterno de la niña, Germán Vega (José Ángel Egido). La finca de la casa de comidas estaba cerrada al público aquel día y nadie pudo salir ni entrar, según aseguran todos. La policía científica no encuentra ninguna evidencia extraña y todos guardan silencio.

Laura Cortés (Blanca Romero) es profesora en la academia de policía, además de inspectora, y la reclaman para investigar como infiltrada el caso de la desaparición de Alicia Vega. Seria, disciplinada, analítica, apegada a las reglas, creyente, muy tradicional y casada, a Laura le ponen de compañero a Víctor Reyes (Yon González), un agente con experiencia en operaciones infiltrado, pero totalmente opuesto a ella. Él tiene sus propias reglas, la desafía constantemente y su aspecto deja claro que la pulcritud no es una de sus virtudes.

Sin embargo, les tocará trabajar juntos, fingiendo ser un matrimonio recién llegado a Cienfuegos. Laura será la profesora suplente de la clase de Alicia en el colegio y Víctor, por el momento, un desempleado.

Yon González, de El internado a Gran Hotel y ahora Bajo
sospecha. Este actor va a tener una buena carrera,
profesionalmente demuestra por qué

Quizás Blanca Romero fuese una estupenda modelo con una
trayectoria impresionante. Puede que cante como los ángeles.
Pero... ¿en serio la eligieron por sus dotes interpretativas?
Por favor, un profesor de técnica vocal para Blanca ya

Ambos están bajo las órdenes del comisario Casas (Lluís Homar), que será la cara visible de la investigación y el único que, por el momento, conocerá las verdaderas identidades de Laura y Víctor.

Lluís Homar, activo seguro en una producción.
Estupendo actor

Y entonces empieza la lista de sospechosos, todos de la familia, salvo algún allegado.

Roberto Vega (Pedro Alonso) es el padre de Alicia (Aroa Palacio), Pablo (Roger Padilla) y Emi (Georgina Amoró), está casado con Carmen y trabaja en el restaurante de su padre, Germán.

Pedro Alonso es Roberto Vega, que tiene mucha pena pero
 no se sabe si por su hija o por la frustración de sus planes

Carmen Castro (Alicia Borrachero) es la madre desesperada y algo ausente. Antes de la desaparición de su hija, se la ve una persona involucrada en la vida familiar y algo cansada de las decisiones de su marido.

De diez la interpretación de Alicia Borrachero como Carmen
Castro, la piel erizada en algunas escenas

Germán Vega es todo un patriarca, se hace lo que él dice y porque él lo dice, bajo la convicción de que sabe lo que es mejor para todos. Su mujer, Pilar Sánchez (Gloria Muñoz), no le hace frente, es tranquila y valora la unidad de la familia buscando siempre la armonía.

José Ángel Egido, al que se le escapa
el acento gallego de vez en cuando,
es el autoritario abuelo Germán Vega

Gloria Muñoz, otra actriz de las de "ahí queda eso" cada vez
que termina una escena. Camaleónica, en Bajo sospecha hace
de madre y abuela comprensiva, esposa devota y sumisa... en
apariencia

Además de ser padres de Roberto, el matrimonio Vega García tiene otros dos hijos: Andrés (Armando del Río) e Inés (Melanie Olivares). Los dos trabajan en el restaurante, pero el primero es alcohólico y débil de carácter, muestra de ello es la relación su astuta mujer, Begoña Valverde (María Cotiello). Mientras que Inés parece fuerte, decidida e inteligente.

Armando del Río se nos ha dejado una barba
blanca que le da a su personaje, el alcohólico
Andrés Vega, un aire de desidia y fragilidad
complejos

Melanie Olivares es Inés, quien de momento
ha pasado desapercibida pero probablemente
ella también esconda algún secreto

Eduardo Castro (Pau Roca) es el hermano de Carmen, el tío simpático al que adoran todos los sobrinos porque les consiente y se convierte en cómplice de sus trastadas. Tiene novia, Leti (Natalia de Molina), la cajera con pinta cani pero buena gente.

A Pau Roca se lo ve poco en el primer episodio, aunque algo
oculta su personaje de tío enrollado

A Leti, nombre de reina, ¡ja!, le presta cara Natalia de Molina

No es de la familia de forma legal, pero sí sentimental, Juan Bosco (Jordi Aguilar) lleva años junto a los Vega. Sus padres eran muy amigos del abuelo de Roberto y, al fallecer, estos se hacen cargo de él, puesto que sufre cierto retraso mental.

Genial la interpretación de Jordi Aguilar como Juan
Bosco. Unos tanto y otra tan poco...

Y sin ser familiares tampoco, Óscar Vidal (David Solans) y su padre, Rafael (Vicente Romero), están muy involucrados en la historia. El joven por ser el novio de Emi y estar presente durante la comunión, y el padre por ser el jefe de policía local.

Ojocuidao con Rafael Vidal, el personaje de Vicente Romero,
porque éste sabe mucho y reparte más.

Y… todos tienen una pinta de sospechosos que no pueden con ella.

Foto de familia en la comunión de Pablo y Alicia Vega

Pegas hay unas cuantas, son fallos, detalles que no cuadran, algunos diálogos que chirrían, interpretaciones no del todo conseguidas en algunos casos, dicción… ay, la dicción, sobre todo de Blanca Romero. Cosas como “…el padralicia la dao’n paquete…”, “…trasladarma vivir allí” o “se nota q’hacía calor” plagan sus intervenciones. Por el contrario, Alicia Borrachero, Lluís Homar, Armando del Río o Gloria Muñoz demuestran otra escuela que le da altura y categoría a las interpretaciones de Bajo sospecha.

En definitiva, si entráis en el juego, aceptáis esos “deslices” y os dejáis llevar, os va a gustar. Los datos están ahí, más de cuatro millones de personas se quedaron el martes con muchas dudas sobre la familia Vega y quieren saber qué habrá sido de la pobre Alicia.

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