21 mayo 2015

Juego de tronos T5 o cómo dormir a un bebé

Game of Thrones (HBO) estrenó su quinta temporada el 12 de abril de forma simultánea en 170 países, aunque un par de días antes ya hubo polémica por haberse filtrado en la red los cuatro primeros capítulos de forma “misteriosa”. También hubo algo de controversia durante el rodaje, pero no por los miembros del equipo sino por la oposición del obispado de Dubrovnik (Croacia) a la filmación de una escena en la que Cersei Lannister (Lena Headey) sale desnuda de la iglesia de San Nicolás. Y la guinda a la espera vino a ponerla el rodaje en Sevilla, donde utilizaron la plaza de toros como suerte de circo para combates de lucha.

Esta quinta temporada prometía ser emocionante, ¿no? Pues, de momento llevan seis capítulos y… Aviso: SPOILERS

Lo de Tyrion en un barco fue spoiler total,
lleva tres barcos en estos seis episodios


Decir que esta temporada de Game of Thrones está siendo soporífera es quedarse cortos, la capacidad narcótica que está demostrando la producción de HBO basada en la saga Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin en estos últimos capítulos es proverbial.

A cuatro episodios del adiós hasta la próxima entrega, que ya será la sexta, vamos a repasar qué ha ocurrido con los personajes principales que tan buenos momentos nos han dado anteriormente y que ya en la cuarta empezaron a flojear. Y, ojocuidao, no es culpa de una falta de carisma o interés por parte de estos, sino un perder el tiempo sin ir hacia ningún sitio… y cuando llegan a algo, ya te da un poco igual.

Tyrion Lannister (Peter Dinklage), el favorito de muchos, siempre ha sido un valor seguro por el que apostar, con sus diálogos inteligentes y con una humanidad como pocas en toda la serie. En la temporada anterior, pasó la mayor parte del tiempo encerrado a la espera de ser juzgado y castigado por el asesinato de su sobrino Joffrey Baratheon en lo que se ha llamado la boda púrpura. Sin embargo, en el último episodio nos volvió a enganchar a todos con su huída, propiciada por su hermano Jaime y Varys. Y ya, de paso que se escapaba, paró un momento a matar a su padre, Tywin Lannister (Charles Dance) y a su amante.

De la caja donde lo mete Varys para salvarlo, sale en el primer capítulo con un par de escenas y luego se pasa otros tantos de viaje en un carromato, bebiendo y quejándose porque quiere bajarse a dar una vuelta. Sí, todo muy apasionante.

Cuando consigue bajar, va a un burdel y ahí lo secuestra Sir Jorah Mormont (Iain Glen) sin mayor esfuerzo para, atención, meterlo en una barquita y pegarse otros dos capítulos viajando y quejándose, sin hacer nada más hasta que los asaltan los Hombres de Piedra en Valyria. Un par de puñetazos, escapan, siguen viajando y… vuelven a ser capturados sin lucha por unos piratas que los llevan Meereen para venderlos.

Tyrion venga a beber, se pasa la temporada lloriqueando y
bebiendo, mientras viaja y viaja más que el baúl de la Piquer

Varys con pose de Yo soy esa y Tyrion con sus mechas
californianas sobresaliendo de la capucha anti paparazzi
cortacabezas

Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) sigue con dos dragones encerrados y uno de pingoneo por ahí, vaya usted a saber dónde. Mientras tanto, ella se entretiene con Daario (Michiel Huisman), que da para mucho entretenimiento sobre todo sin ropa, e intentado tomar una decisión: ¿playa o montaña?, digo, ¿qué hacer para detener a los Hijos de la Arpía? Sir Barristan Selmy (Ian McElhinney) muere a manos de estos y a Gusano Gris (Jacob Anderson) le dan lo suyo, aunque sea él quien se lo tendría que dar —de alguna manera— a Missandei (Nathalie Emmanuel), pero eso tampoco sucede.

Así que, como cada vez se está complicando la cosa en el pueblo ese en el que Daenerys se ha quedado atascada, cual Ethan Burke en Wayward Pines, la Khalessi trata de encontrar la paz casándose con Hizdahr zo Loraq (Joel Fry), que se ve de lejos que es uno de los cabecillas de los Hijos de la Arpía.

Insisto, apasionante todo… unas escenas trepidantes, cargadas de tensión e intriga. Una cosa…

Daenerys y sus modelitos... ¿quién le diseñará la ropa en
Meereen?

"Déjate de rollos, Daario, y ve quitándote la camisa, que ya
has cortado las suficientes cabezas por mí hoy y ahora
vamos al otro uso que te doy", que pensaría la Khalessi


Jon Nieve (Kit Harington) es nombrado Lord Comandante de la Guardia de la Noche y se pasa el día en su despachito del Muro con cara de necesitar varios desayunos Special K, a ver si tiene su momento, mientras piensa la manera de conseguir que los Salvajes se unan a Stannis Baratheon (Stephen Dillane) para marchar contra los Bolton en Invernalia y detener al ejército de Caminantes Blancos.

Jon: "Ay, ¿seguro que esos cereales me ayudarán? Estas
negociaciones con el Salvaje mayor segundo y Stannis
inducido por la pelirroja guarrilla me están dejando
el estómago fatal..."

Stannis insiste en permanecer sentado para estar a la misma
altura que el personaje interpretado por Kit Harington


Arya Stark (Maisie Williams) se dedica al negocio de las pompas fúnebres en la Casa de Blanco y Negro, el templo de los Hombres Sin Rostro. Ahí limpia suelos y cadáveres, a ver si se le olvida quién es, durante varios capítulos hasta que por fin en el sexto se descubre que lo que hacen es quitarles la cabeza a los muertos para luego “tomarlas prestadas”.

Arya más aburrida y frustrada que si hubiera visto un capítulo
de esta quinta temporada

Sansa Stark (Sophie Turner), que parecía estar espabilando al final de la cuarta temporada, regresa con su tónica habitual de “me meto en la boca del lobo y luego, fíjate, me pasan cosas feas”. Esto se traduce en que Petyr Baelish (Aidan Gillen), AKA Meñique, de quien todos sabemos que es más falso que un billete de tres euros, la convence con cuatro palabras para casarse con Ramsay Bolton (Iwan Rheon) en Invernalia. Esta está, hogar de Sansa, tomada por la familia Bolton, asesinos reconocidos de gran parte de la familia Stark en la boda roja.

Allí se encuentra a Theon Greyjoy (Alfie Allen), AKA Hediondo, al que cree culpable de las muertes de sus dos hermanos pequeños, Brandon y Rickon Stark. Todo es muy siniestro y peligroso, Sansa se siente amenazada constantemente pero aun así se casa con el psicópata de Ramsay y, para estupor de muchos espectadores, la viola en su noche de bodas mientras Theon mira. ¡Oh, sorpresa! Te casas con un tipo trastornado, asesino, que te amenaza constantemente y, mira tú por dónde, Christian Grey era una frágil nenaza en comparación.

Y en los libros es peor, según parece, que la violan los dos al mismo tiempo y ella tiene solo 14 años, pero sin boda. Algo que resulta más coherente, lo primero porque ya estaba casada con Tyrion, y lo segundo porque es comprensible hasta cierto punto que una niña de 14 años se deje embaucar para meterse en un castillo con sus enemigos, pero no tanto que una mujer hecha y derecha, como la imagen que proyecta ya Sophie Turner, acepte eso con boda incluida.

Sansa, hija, que te has teñido de morena, no de rubia, ¿cómo
te crees lo que te dice Meñique y le haces caso?
Y aquí la escena de lo que resultaba inminente desde el
momento en que Sansa decidió entrar en Invernalia como
prometida de Ramsay. ¡Poco fue para lo que podía haber sido!


Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) está en “una delicada misión diplomática”, según Cersei. Es decir, que se ha ido de viaje secreto a Dorne para recuperar a su hija/sobrina Myrcella Baratheon. Otro que se mete en un barco y da paseos sin más interés que escuchar cantar a Bronn (Jerome Flynn), que lo acompaña.

Jaime Lannister abandona temporalmente el look
Caballeros del Zoodiaco y...
...se hace una casaca con las cortinas y un turbante sujeto con
el compresor (goma tortor) que le ha quitado a su practicante


Cersei pasa a ser una aburrida reina madre, que se tira de los pelos porque Margaery Tyrell (Natalie Dormer) es una nuera muy poco dócil y, como reina con poder, quiere deshacerse de ella. Así que, con una trama floja y lenta, Cersei hace que el Septón Supremo aprese a primero a Loras Tyrell (Finn Jones) y luego a su hermana Margaery en una especie de interrogatorio muy deslucido.

Cersei se pasa el rato subiendo
escaleras que no la llevan a ninguna
parte
Magaery adotpa el estilo de Cersei, para suplantarla del todo
en la corte. Una pelea de bithces que está resultando
sosa para lo que podía haber sido

Y hasta ahí ha sido lo más sustancial de los seis primeros capítulos de la quinta temporada de Juego de tronos. Dejemos a Brienne de Tarth (Gwendoline Christie) y Podrick Payne (Daniel Portman) deambulando en plan don Quijote y Sancho Panza, como en la cuarta, a los Martell con sus historias y a Bran Stark y amiguis desaparecidos en combate, como tantos otros personajes que dejan de salir de pronto.


Aburrida, aburrida y aburrida… tanto que o esto cambia en el séptimo o se quitan las ganas de seguir viéndola. Con esto podríais dormir a un bebé. De hecho, la reflexión que habría que hacer es si cambiando de canal y sin saber que esta serie es Juego de tronos con su impresionante repercusión, os tropezáis con ella y la veis durante cinco minutos, ¿realmente os engancharía? ¿Seguiríais viéndola?

@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre, ¿no? ¡Pues, opina!