Esta es
la primera novela publicada de Juan Arcones, aunque no es su primer trabajo como
escritor. Como él mismo cuenta en su página, escribe desde que era niño y los
motivos son muchos, pero básicamente la meta es compartir historias. Una de
éstas es Holden, un cortometraje
rodado en las calles de París, que le valió el reconocimiento internacional a
través de distintas menciones y premios.
Juan Arcones (Fuente:Vanidad) |
En Dextrocardiaco (Stonewall, 2014), Marc
narra su historia, en primera persona, con Lucas. El primero es un joven al que
han dejado y, tras varias semanas, está tratando de salir de ese pozo. Para
ello, va a una fiesta en casa de un amigo y allí es donde conoce a Lucas, un
hombre muy atractivo pero con un carácter que representa todo lo que Marc no es.
Y como suele suceder, nada más ver a Lucas, se siente irremediablemente atraído
por él. Lo que le sirve como revulsivo para superar su timidez, desoír las
advertencias de los demás y lanzarse a la aventura.
Sin
embargo, lo que encuentra con Lucas es una sucesión de momentos llenos de
intensidad y descontrol, tanto para bien como para mal. Además, vive en una
incertidumbre constante sobre la correspondencia de sus sentimientos. Marc
tiene claro que se ha enamorado, pero el comportamiento de Lucas le resulta
bastante confuso… aunque, en cierto modo, adictivo.
“Llevaba ya cinco días sin saber nada de él. Me pasaba las horas con el móvil en la mano, pensando si escribirle o no, si llamarlo o dejarlo pasar para no parecer un neurótico acosador. Necesitaba entretenerme con otras cosas, con otra gente. […] La vida es eso que pasa mientras esperas que «INTRODUCE NOMBRE AQUÍ» te conteste por Whatsapp.”
Y las
características de esa relación que se establece entre ambos, quizás, puedan
venir generadas por la personalidad de cada uno. Mientras que Lucas es un chico
al que no le gustan las ataduras, que disfruta del momento y se entrega a la
diversión sin pararse a pensar en nada más allá de eso, Marc analiza todo, le
da un valor y una importancia casi obsesivos a cada gesto de la otra parte. Y
sufre. Pero ama.
“[…] yo dándolo todo demasiado pronto, demasiado rápido, y él tomando, pero devolviendo muy poco en comparación. Si una persona no quiere, por mucho que quiera la otra parte, esa relación está abocada al fracaso. El ser humano es dependiente por naturaleza, y por mucho que queramos estar solos en mil batallas y hacernos los independientes, necesitamos a los demás para complementarnos.”
El
resto de personajes —David, Pau, María, Eva y Diego— cumplen su función, que no
vamos a desvelar aquí, en el desarrollo de la trama. Pero esta historia es,
sobre todo, la de Marc con Lucas.
Los
escenarios corren a cuenta de Madrid, sus calles, sus rincones perdidos y sus
secretos no escondidos, los pisos de pasillos interminables en edificios
antiguos del centro y los mil bares dispuestos a vender calor y recuerdos a
precio de turista.
Dextrocardiaco, imagen de cubierta |
Dextrocardiaco son 35 capítulos, algunos de varias páginas —de
un total de 195—y otros de apenas un par, porque así lo exige la carga de
significado que contienen esos párrafos. Hay lapsos de tiempo, marcados
físicamente por una página, que aportan perspectiva a la historia y le dan al
lector unos segundos para respirar entre tanto sentimiento encontrado. Por eso,
es todo un acierto que el estilo de Juan Arcones no sea complejo, sino que
transmita la cercanía de un amigo que se ha sentado a contarte, en confianza,
lo que le sucedió una vez. De ahí que se vuelva crucial esa voz narrativa en
primera persona, en pasado, sí, pero introduciendo reflexiones íntimas en las
que, de una u otra forma, los lectores puedan sentirse identificados.
Porque
el tema principal de Dextrocardiaco
es el amor. Pero no uno sencillo y reconfortante, sino uno más parecido al de
Helena en A Midsummer Night’s Dream o
el que vive Pilar López de Ayala al interpretar a Juana I de Castilla en la
película de Vicente Aranda. Son
amores a pesar de todo (sin coma ni pausa). Y el autor consigue universalizar la historia para todo tipo
de lector —de ahí esa identificación— porque, aunque sea una relación homosexual,
no la estigmatiza por ello, como no lo hace por desarrollarse en Madrid, porque
los personajes beban gin-tonic cuando
salen o les guste el cine. Esta no es una novela de madrileños ni de fiestas ni
de cinéfilos, es de sentimientos.
“[…] ¿Por qué no hay más películas en las que los personajes sean gais y no por ello tengan que ser catalogadas como «gais»? La industria del cine sigue siendo muy homófoba y retrógrada.”
Y ahí
Juan Arcones se lleva tres puntos de golpe.
Otro acierto
es no convertir a Marc en víctima. Es adulto y sus decisiones las toma él, las
correctas —si esas existen— y las que, quizás, lo conviertan en una persona no
tan inocente. Pero… si queréis saber más, os va a tocar leerlo. Ya tenéis
pistas de sobra para saber si es una lectura que os atrae o no. Ahora sois
vosotros quienes elegís descubrir por qué se titula Dextrocardiaco.
¡Seguid leyendo!
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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