Honey
Brown es una escritora australiana no demasiado conocida en nuestro país, pero
sus novelas tienen muchas papeletas para empezar a conquistarnos, sobre todo si
el resto de sus obras se parecen un poco a la que nos ocupa, A solas con un extraño (Grijalbo, 2014).
De momento, llega avalada por el reconocimiento en forma de premios: Red Queen (2009) consiguió el Aurealis
Award, The Good Daughter (2011) fue
nominada para el Miles Franklin Literary Award y el Barbara Jefferis Award,
After the Darkness fue seleccionada por el Australian Women’s Weekly Great
Read. Y Through the Cracks, la que
será su quinta novela, llegará este año. Pero, paso a paso, empecemos con A solas con un extraño, cuyo título
original es Dark Horse.
Sarah
es una mujer de 35 años, apasionada de los caballos, vive en una finca en Lauriston,
una pequeña localidad australiana. Allí se dedicaba a ofrecer rutas ecuestres como
actividad recreativa para los turistas por la montaña del Diablo, en la sierra
de Mortimer, y además cuidaba de su yegua Tansy. Pero las cosas no van bien y
el día de Navidad decide pasarlo arriba, en la cumbre de la montaña, a solas y
con tranquilidad.
Durante
la ascensión, se desata un temporal de proporciones bíblicas, el río se
desborda, el único puente queda inservible y Sarah y Tansy tienen que
refugiarse en la Cabaña del Ahorcado. Pero… pronto descubrirán que no están
solas. Allí arriba hay alguien más, un hombre joven, atractivo, misterioso y
con extrañas actitudes que desconciertan a Sarah y hacen que tema por su propia
seguridad. Dice llamarse Heath.
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A solas con un extraño (Dark Horse) de Honey Brown |
Aunque
el narrador es omnisciente —tercera persona del pasado—, ofrece la perspectiva
del personaje de Sarah constantemente. Y eso, casi por momentos, empuja al
lector a sentir que es ella misma quien cuenta la historia.
Pero en
esta ocasión, más que hablar de los personajes, lo relevante es analizar, hasta
donde nos lo permita la “ética del no-destripe”, la relación que se establece
entre los dos protagonistas.
Sarah
es una mujer con una realidad bastante conflictiva, no es feliz y, aunque
demuestra ser lo suficientemente capaz de sobrevivir en las circunstancias
adversas en que las sumerge el temporal, es vulnerable ante la presencia de
Heath. Él es un desconocido, un tipo muy guapo que la atrae, pero al mismo
tiempo desconfía de él, de sus intenciones y de su secretismo. Eso la arrastra
a mantener una batalla interior entre dejarse convencer ante la amabilidad de
Heath o intentar escapar… Un momento, ¿escapar? Están atrapados en una montaña
que se desmorona con continuos deslizamientos, así que las medidas tendrían que
ser otras, quizás algo más drásticas.
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Honey Brown, la escritora |
La
historia de A solas con un extraño
(Grijalbo, 2014) se desarrolla en Australia, como ya anticipábamos en las
líneas previas. Y es la primera vez que en esta sección nos acercamos hasta allí. China, Nigeria, Reino Unido,
Estados Unidos, España, Italia, Pakistán, Suiza, Francia, Irlanda, Noruega, Holanda,
Grecia… Ya tocaba.
La
montaña del Diablo, escenario casi único de la novela, constituye el medio
hostil, el lugar conocido y “acogedor” que se transforma en un obstáculo capaz
de engullir a la protagonista. Es parte de las circunstancias requeridas, junto
con el temporal, para que la historia sea esta
historia.
En
cuanto a la temática, hay un antes y un después, según se haya leído o no.
Suele suceder siempre. En este caso, podríamos decir que destaca la intensa
atracción que causa lo prohibido, el peligro y no solo en la protagonista, al
lector probablemente también le suceda.
Y ya,
tras leerlo pero sin destripar, destacar esa tendencia común de juzgar a los
demás y las situaciones cuando, en realidad, no tenemos ni idea siquiera de un
fragmento de la verdad. A veces, todo es cuestión de perspectiva.
El
estilo narrativo, al principio, en las primeras páginas, es un poco
perturbador. Cuesta avanzar porque la sintaxis no ayuda. Sin embargo, luego eso
deja de percibirse y pasa a ser fluido hasta el punto de obligar al lector a
devorar página tras página como si, en lugar de 300, fueran 30.
Llegados
a este punto, ya sabéis… si os apetece saber qué pasó en la Cabaña del
Ahorcado, la novela de Honey Brown es una lectura de verano muy recomendable.
Leed, aunque sea en la playa o la piscina, ¡pero leed!
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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