24 marzo 2016

Tensión - Gail McHugh

Tensión, en inglés Pulse, es el cierre de la bilogía de Gail McHugh que comenzó con Collide, publicada en español como Pulsión este mismo mes de marzo. El porqué de esas traducciones, a día de hoy, aquí sigue siendo un verdadero misterio.

Ese Collide del primer libro, esa colisión, tiene toda razón de ser, puesto que la historia narra el conflicto que vive Emily Cooper cuando conoce a Gavin Blake. Ella acaba de terminar la carrera de Magisterio, solo hace unos días desde que su madre falleció víctima de una larga y dolorosa enfermedad, y ella se muda a Nueva York para compartir piso con su mejor amiga, Olivia, y comenzar una nueva vida junto a Dillon, su novio. A ojos de Emily, Dillon ha sido la amabilidad personificada, la apoyó cuando a ella ya ni siquiera le quedaban fuerzas para atender a su madre, le dio dinero y ahora la está ayudando con el traslado. Pero, entonces, aparece en escena Gavin y golpea con fuerza los cimientos de esa vida perfecta que acaba de comenzar Emily.

Echándole imaginación, podría encontrarse alguna relación entre el título, Pulsión, y el magnetismo que sienten los personajes más allá de lo que sus mentes consideran correcto. Pero, después de la lectura completa del libro, ni siquiera ese razonamiento tiene demasiado sentido, porque…

AVISO: Si no has leído todavía Pulsión, ¡cuidado!, porque tras la imagen es zona de spoilers.



…Emily resiste, aferrada a un fuerte código ético y a esa especie de deuda que siente hacia Dillon. Y, cuando por fin se rinde a lo que siente, lo hace convencida de haber pasado página, de haber terminado su relación con Dillon, porque éste —¡atención!— la maltrata físicamente. Aunque la verdad es que lleva ejerciendo una, cada vez menos sutil, manipulación psicológica sobre Emily desde el comienzo de la novela.

Por eso es tan complicado comprenderla cuando, despechada por encontrarse a la ex de Gavin semi desnuda en su apartamento, Emily decide volver con Dillon y continuar con los preparativos de la boda.

Colisión con fuerte conmoción para Gavin y, también, para el lector.

Hasta que, tras mucho padecer y varias indirectas mediante, por fin Dillon ata cabos en la cena de los ensayos de la boda y descubre el desliz de su futura esposa con su amigo y mejor cliente, Gavin Blake. Momento en que la colisión llega al mundo del novio traicionado —e infiel— y también a la cara y cuerpo de Emily, que vuelve a sufrir la violencia física de Dillon.

¿Será que la “pulsión” es la que siente el maltratador este de golpear, mentir, engañar y manipular a su pareja como si no hubiera mañana? Lo dicho, un misterio…

Al final de esta primera novela, Emily corría a buscar a Gavin, con la esperanza de comenzar donde lo dejaron y, por fin, vivir su amor plenamente…

AVISO: Si aún no has leído Tensión, ¡detente!, ya que después de la siguiente imagen vas a encontrar spoilers.




…pero no es así. Gavin no está en casa. Tras el número que monta durante su discurso en la cena de los ensayos previos a la boda, con las emotivas alusiones al juego de las chapas que comparten Emily y él y al béisbol, el protagonista masculino decide marcharse de viaje para pegar los fragmentos de su corazón roto. Y no se lleva móvil.

Dillon vuelve a aparecer para reventarle la cara a Emily porque, además de infiel y traicionera, pretende abandonarlo. Sí, tremendo. Afortunadamente, en pleno ataque, su hermana XXX y su cuñado Michael llegan al apartamento y logran evitar daños irreparables.

Mientras tanto, Gavin sigue en una playa de México, teniendo sexo por despecho con alguna turista solitaria y bebiendo para olvidar.

Pero ¿dónde está la “tensión” en Pulse? Quién sabe…

Porque, pronto, Emily viaja en busca de su amor y se reconcilian, se reconcilian mucho, mucho, mucho… durante gran parte del libro. Eliminan tensiones, no les queda ni un músculo tenso en el cuerpo, se relajan totalmente debido a esa “pulsión”, ahora sí.

Y si “pulse” se traduce como “pulso”, entonces, puede referirse al empuje de ese sentimiento o también al latido del corazón del bebé que Emily está esperando… y no sabe si es de Gavin o de Dillon, aunque este último tiene más papeletas por cuestión de estadística y oportunidad.

Pero no nos engañemos, ni siquiera eso genera tensión, sino que une más a la pareja y continúan con la fase dos de la operación reconciliación. De hecho, en lugar de ponerlos tensos, Emily se siente culpable —para no faltar a la costumbre— y Gavin siente una especie de resignación generosa que lo llena de amor.

Ni tan siquiera en esa pesadilla que tiene Emily la noche en que se pone de parto, en la que Gavin muere tras un accidente de moto, puede calificarse de tensa, sino de triste…



Todo lo demás hasta el final es no apto para diabéticos.


En resumen, novelas entretenidas, más la primera que la segunda con diferencia, si os gustan este tipo de historias. La primera ya está a la venta en español, Tensión saldrá en junio de 2016. Así que si os defendéis un poco en inglés y tomáis como referencia la traducción de los títulos (os podéis hacer una idea de cómo está Pulsión…), pinchando aquí podréis adquirir Pulse.

Keep reading,

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