Tensión, en inglés Pulse, es el cierre de la
bilogía de Gail McHugh que comenzó
con Collide,
publicada en español como Pulsión este mismo mes de marzo. El
porqué de esas traducciones, a día de hoy, aquí sigue siendo un verdadero
misterio.
Ese Collide del primer libro, esa colisión,
tiene toda razón de ser, puesto que la historia narra el conflicto que vive Emily Cooper cuando conoce a Gavin Blake. Ella acaba de terminar la
carrera de Magisterio, solo hace unos días desde que su madre falleció víctima
de una larga y dolorosa enfermedad, y ella se muda a Nueva York para compartir
piso con su mejor amiga, Olivia, y
comenzar una nueva vida junto a Dillon,
su novio. A ojos de Emily, Dillon ha sido la amabilidad personificada, la apoyó
cuando a ella ya ni siquiera le quedaban fuerzas para atender a su madre, le
dio dinero y ahora la está ayudando con el traslado. Pero, entonces, aparece en
escena Gavin y golpea con fuerza los cimientos de esa vida perfecta que acaba
de comenzar Emily.
Echándole
imaginación, podría encontrarse alguna relación entre el título, Pulsión, y el magnetismo que sienten los
personajes más allá de lo que sus mentes consideran correcto. Pero, después de
la lectura completa del libro, ni siquiera ese razonamiento tiene demasiado
sentido, porque…
AVISO: Si
no has leído todavía Pulsión, ¡cuidado!,
porque tras la imagen es zona de spoilers.
…Emily
resiste, aferrada a un fuerte código ético y a esa especie de deuda que siente
hacia Dillon. Y, cuando por fin se rinde a lo que siente, lo hace convencida de
haber pasado página, de haber terminado su relación con Dillon, porque éste
—¡atención!— la maltrata físicamente. Aunque la verdad es que lleva ejerciendo
una, cada vez menos sutil, manipulación psicológica sobre Emily desde el
comienzo de la novela.
Por eso
es tan complicado comprenderla cuando, despechada por encontrarse a la ex de
Gavin semi desnuda en su apartamento, Emily decide volver con Dillon y
continuar con los preparativos de la boda.
Colisión
con fuerte conmoción para Gavin y, también, para el lector.
Hasta
que, tras mucho padecer y varias indirectas mediante, por fin Dillon ata cabos
en la cena de los ensayos de la boda y descubre el desliz de su futura esposa
con su amigo y mejor cliente, Gavin Blake. Momento en que la colisión llega al
mundo del novio traicionado —e infiel— y también a la cara y cuerpo de Emily,
que vuelve a sufrir la violencia física de Dillon.
¿Será
que la “pulsión” es la que siente el maltratador este de golpear, mentir,
engañar y manipular a su pareja como si no hubiera mañana? Lo dicho, un
misterio…
Al
final de esta primera novela, Emily corría a buscar a Gavin, con la esperanza
de comenzar donde lo dejaron y, por fin, vivir su amor plenamente…
AVISO:
Si aún no has leído Tensión,
¡detente!, ya que después de la siguiente imagen vas a encontrar spoilers.
…pero
no es así. Gavin no está en casa. Tras el número que monta durante su discurso
en la cena de los ensayos previos a la boda, con las emotivas alusiones al
juego de las chapas que comparten Emily y él y al béisbol, el protagonista
masculino decide marcharse de viaje para pegar los fragmentos de su corazón
roto. Y no se lleva móvil.
Dillon
vuelve a aparecer para reventarle la cara a Emily porque, además de infiel y
traicionera, pretende abandonarlo. Sí, tremendo. Afortunadamente, en pleno
ataque, su hermana XXX y su cuñado Michael llegan al apartamento y logran evitar
daños irreparables.
Mientras
tanto, Gavin sigue en una playa de México, teniendo sexo por despecho con
alguna turista solitaria y bebiendo para olvidar.
Pero
¿dónde está la “tensión” en Pulse?
Quién sabe…
Porque,
pronto, Emily viaja en busca de su amor y se reconcilian, se reconcilian mucho,
mucho, mucho… durante gran parte del libro. Eliminan tensiones, no les queda ni
un músculo tenso en el cuerpo, se relajan totalmente debido a esa “pulsión”,
ahora sí.
Y si “pulse” se traduce como “pulso”,
entonces, puede referirse al empuje de ese sentimiento o también al latido del
corazón del bebé que Emily está esperando… y no sabe si es de Gavin o de
Dillon, aunque este último tiene más papeletas por cuestión de estadística y
oportunidad.
Pero no
nos engañemos, ni siquiera eso genera tensión, sino que une más a la pareja y
continúan con la fase dos de la operación reconciliación. De hecho, en lugar de
ponerlos tensos, Emily se siente culpable —para no faltar a la costumbre— y
Gavin siente una especie de resignación generosa que lo llena de amor.
Ni tan
siquiera en esa pesadilla que tiene Emily la noche en que se pone de parto, en
la que Gavin muere tras un accidente de moto, puede calificarse de tensa, sino
de triste…
Todo lo
demás hasta el final es no apto para diabéticos.
En
resumen, novelas entretenidas, más la primera que la segunda con diferencia, si
os gustan este tipo de historias. La primera ya está a la venta en español, Tensión saldrá en junio de 2016. Así que
si os defendéis un poco en inglés y tomáis como referencia la traducción de los
títulos (os podéis hacer una idea de cómo está Pulsión…), pinchando aquí podréis adquirir Pulse.
Keep reading,
@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com
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